Seamos sinceros. La vida puede ser estresante e incluso abrumadora a veces.
Es esencial desarrollar prácticas restauradoras y rejuvenecedoras para promover la paz mental y la vitalidad.
Las técnicas simples de respiración y meditación pueden promover el bienestar físico y mental, permitiéndonos vivir vidas más plenas. Esto también puede ayudar a reducir nuestra dependencia de los medicamentos, que pueden tener efectos secundarios dañinos para nosotros y el medio ambiente . Estas técnicas también pueden ayudarnos a desarrollar una mayor conciencia, permitiéndonos comprender más profundamente cómo nuestras acciones impactan en el planeta y hacer ajustes de estilo de vida sostenibles .
Muchos beneficios de las meditaciones de respiración
Desde la antigüedad, la meditación ha sido utilizada por personas de todo el mundo, y muchas religiones importantes incorporan prácticas meditativas. La meditación nos permite conectarnos con la capacidad innata de la mente para cultivar la conciencia. Es una herramienta de concienciación que además tiene muchos beneficios para el cuerpo y la mente. Aunque los enfoques varían ampliamente, a menudo implican centrar nuestra atención en un sonido, una sensación, un objeto, un pensamiento o una actividad en particular. Si bien algunas personas usan la meditación como parte de una práctica religiosa, muchas también meditan sin asociación con una religión específica.
La respiración es un elemento común en numerosos tipos de meditación en todo el mundo y a lo largo del tiempo. Muchas técnicas de meditación implican el uso de un patrón de respiración específico, como la respiración larga y profunda, la respiración de las fosas nasales alternas o el canto. Aunque la meditación se asocia con una mayor atención plena, los efectos específicos varían según la técnica. Algunos de los diversos beneficios incluyen una mayor vitalidad, tranquilidad, creatividad y claridad mental.
Para comenzar con una práctica de meditación, experimenta con una variedad de técnicas para encontrar una que sea particularmente efectiva para que manifiestes los resultados deseados. Encuentre un momento constante cada día que le resulte conveniente para practicar la meditación. Comience con unos cinco minutos al día y aumente gradualmente su tiempo.
1. Meditación de respiración simple
Esta técnica es ideal para principiantes, aunque también es practicada comúnmente por meditadores experimentados. Elija un lugar relativamente tranquilo y siéntese cómodamente en una colchoneta o almohada en el suelo o en una silla. Cierra tus ojos. Lleva tu conciencia a tu cuerpo y mente. ¿Cómo se siente tu cuerpo? ¿Tu mente está tranquila o activa?
Tome respiraciones largas y profundas por la nariz. Mientras inhala, deje que el vientre se expanda hacia afuera. Al principio, la extensión del vientre hacia afuera en la instalación puede parecer forzada, pero esto es importante para respirar profundamente y llenar realmente los pulmones. Al exhalar, presione suavemente el estómago para permitir que el aire salga por completo de los pulmones. Mantenga un enfoque suave en la respiración. A medida que los pensamientos entren en tu mente, déjalos ir suavemente. Continúe durante cinco a 10 minutos.
2. Relajación progresiva
Este enfoque implica escanear el cuerpo en busca de tensión y liberarla. Algunas técnicas incluyen tensar y relajar los músculos o visualizar una onda moviéndose a través del cuerpo que evapora la tensión. Comience en los pies o en la cabeza y avance hasta el otro extremo de su cuerpo. Puedes hacerlo sentado o acostado. Usa tu respiración para ayudarte a relajarte, por ejemplo, inhalando mientras tensas un músculo y exhalando mientras liberas la tensión. Esta es una práctica útil justo antes de acostarse para promover un sueño reparador .
3. Respiración alterna de las fosas nasales
Esta sencilla técnica ayuda a crear una poderosa sensación de armonía y bienestar. Siéntate cómodamente en el suelo con las piernas cruzadas. Con la mano izquierda, toque las yemas de los dedos índice y pulgar. Extiende los otros tres dedos sin forzar. Coloque el dorso de la muñeca sobre la rodilla, con el brazo casi recto.
Tome la mano derecha y haga una forma de U con el dedo índice y el pulgar. Su dedo índice cerrará la fosa nasal izquierda y el pulgar cerrará la fosa nasal derecha. Para empezar, coloca el dedo índice cerrando tu fosa nasal izquierda e inhala profundamente. Suelta el dedo índice y usa el pulgar para cerrar la fosa nasal derecha y exhala por completo. Dejando tu fosa nasal derecha cerrada, inhala. Suelte el pulgar, cierre la fosa nasal izquierda y exhale por la fosa nasal derecha. Este es un conjunto completo. Continúe con esta técnica, respirando profundamente durante cinco a 10 minutos. Al final, tome respiraciones largas y profundas a través de ambas fosas nasales y tome nota suavemente de cómo se siente su cuerpo y su mente.
4. Meditación Om
Se dice que el sonido “Om” es un sonido primordial que nos conecta con la fuente de la creación. Siéntate cómodamente con las piernas cruzadas. Respira hondo y canta «Om» (pronunciado «aa-uu-mm») en voz alta, exhalando todo tu aliento. El sonido resuena a través del suelo pélvico y sube por la coronilla, llenando el cuerpo de energía pulsante. Inhala y repite. Continúe durante cinco a 10 minutos.
Tómalo con calma
Para los principiantes, estas técnicas de respiración funcionan mejor con los ojos cerrados en un lugar donde no lo molesten, como un dormitorio tranquilo. A medida que se sienta más cómodo con ellos, es posible que se sienta atraído a meditar en un entorno natural con la mirada descansando suavemente sobre una planta o agua que fluye. Con el tiempo, es posible que pueda practicar en público, relajado pero plenamente consciente en un aeropuerto concurrido, en el metro o haciendo cola en el supermercado.