Un poco de vergüenza puede parecer una buena idea cuando ve que alguien se salta la papelera de reciclaje y se dirige directamente a la basura, pero es posible que desee reconsiderar ese enfoque. Un estudio reciente de la Universidad de Princeton encuentra que resaltar el orgullo que sentirán las personas si toman medidas respetuosas con el medio ambiente puede ser una mejor manera de cambiar el comportamiento.
Publicado en la revista PLOS ONE , “ La influencia del orgullo y la culpa anticipados en la toma de decisiones a favor del medio ambiente ” pidió a personas de una muestra de casi 1,000 participantes diversos que pensaran en el orgullo que sentirían después de tomar medidas a favor del medio ambiente o la culpa. sentirían por no hacerlo, justo antes de tomar una serie de decisiones relacionadas con el medio ambiente. Había varias formas de recordarles el orgullo o la culpa que podían sentir, incluido un recordatorio de una frase que permanecía en la parte superior de la pantalla para algunos participantes.
Para ver cuál es un mejor motivador, se les pidió a los encuestados que hicieran cinco conjuntos de opciones, cada una con opciones «verdes» (ambientalmente amigables) o «marrones» (ambientalmente no amigables). En un escenario, podrían elegir un sofá hecho de tela ecológica pero disponible solo en estilos obsoletos, o podrían elegir un estilo más moderno de sofá hecho de tela producida con productos químicos agresivos. En otro ejemplo, podrían elegir cualquiera de los 14 servicios ecológicos para un apartamento, con la salvedad de que cada uno agrega $3 por mes al alquiler.
En todos los grupos, a los que se les recordó que se sintieran orgullosos de hacer elecciones ecológicas, a los que se les recordó que se sintieran culpables por las elecciones no ecológicas y un grupo de control, surgió un patrón. “En general, los participantes que estuvieron expuestos a la anticipación del orgullo reportaron consistentemente mayores intenciones pro-ambientales que aquellos expuestos a la culpa anticipada”, dijo la autora del estudio, Elke U. Weber.
¿Por qué? Algunas personas se ponen a la defensiva cuando se les dice que deben sentirse culpables por algo, lo que hace que sea menos probable que quieran cumplir con el curso de acción solicitado. Esas apelaciones ambientales bien intencionadas pero basadas en la culpa bien pueden resultar contraproducentes.
Entonces, en lugar de advertir a las personas que están acelerando el cambio climático que arruinará la tierra para las generaciones venideras, trata de darles palmaditas en la espalda cuando veas que toman una buena decisión. La Madre Tierra te agradecerá tu enfoque más amable y gentil.