Aunque hay necesidades humanas durante todo el año, el otoño tiende a traer una mayor conciencia de las donaciones caritativas.
Sin embargo, hay una fricción interesante que aparece en la intersección de esforzarse por hacer el bien a la tierra y tratar de hacer el bien a los necesitados, una que me sorprendió cuando la encontré por primera vez.
En el centro de acogida para adolescentes donde solía trabajar, era costumbre armar kits de higiene para ayudar a los jóvenes que tal vez no podían conseguir estos artículos por sí mismos. Los kits eran esenciales y proporcionaban cosas como pasta de dientes, cepillo de dientes, jabón y minibotellas de champú y acondicionador, pero también estaban llenos de un montón de artículos de plástico de un solo uso que terminarían en los vertederos durante millones de años.
Sería cruel negarse a proporcionar estos artículos por razones ambientales, pero cualquiera que haya trabajado alguna vez en una organización sin fines de lucro sabe que no hay exactamente un presupuesto para cepillos de dientes de bambú y champús sin parabenos. Entonces, ¿cómo reconciliamos estos dos objetivos? No es simplemente un argumento sobre el valor de la vida humana, porque toda vida depende de la supervivencia de nuestro entorno natural.
Una forma de fusionar estos dos ideales es crear una especie de altruismo ecológico recordando la regla de oro. Independientemente de su afiliación religiosa, las donaciones caritativas tienen sentido a nivel personal.
Se debe proporcionar ayuda a quienes la necesitan, y esta ayuda puede venir absolutamente en formas ecológicas si simplemente usamos un poco de creatividad. Aquí hay cuatro ideas simples para aprovechar al máximo sus donaciones con menos desperdicio.
- Distribuya frutas frescas, verduras preparadas o mezclas de frutos secos empacados en bolsas de papel marrón para el almuerzo. Es económico, portátil y saludable, sin mencionar que es una forma virtualmente libre de desperdicios de proporcionar alimento a quienes lo necesitan.
- Compre productos ecológicos a granel cuando pueda, o abastézcase cuando estén en oferta, y dónelos a una organización local sin fines de lucro. Por ejemplo, proporcione pañales biodegradables a un refugio para mujeres local o a un hogar de acogida, done juegos de utensilios o botellas de agua de acero inoxidable a jóvenes de la calle, o detergente natural para ropa a refugios para personas sin hogar o a su SPCA local.
- Apoye sus colectas de juguetes locales eligiendo libros o juguetes que no sean de plástico para donar. Estos artículos no solo resistirán mejor el uso intensivo o los movimientos frecuentes, sino que generalmente tienen una huella ambiental más pequeña que sus contrapartes de plástico.
- Preguntar. La mejor manera de apoyar a una organización sin fines de lucro es simplemente llamar y preguntar qué necesitan. Ir directamente a la fuente asegurará que no esté duplicando servicios, ignorando una necesidad inmediata o brindando una alternativa ecológica cuando podría no ser apropiado o factible. Pero la mayoría de las organizaciones sin fines de lucro existen para hacer el bien, y extender ese mandato para brindar asistencia de manera ecológica es definitivamente un objetivo que vale la pena explorar.