A la abuela Jennie le encantaba el Día de la Madre. Le pude regalar un ramo de rosas y una hermosa tarjeta y ella estaba tan feliz como podía estar.
Mi mamá, por otro lado, nunca quiso flores. Ella nos dijo a mis hermanos y a mí que eran «demasiado caros» y «no duran». Pero a ella le gustaban las cartas (especialmente si tenían billetes de lotería para rascar). Por lo general, mostraba sus tarjetas del Día de la Madre encima de su televisor durante unas dos semanas para poder disfrutar de los saludos de sus hijos y nietos.
Para celebrar el Día de la Madre , por lo general llevamos a mamá a comer a nuestro bar de almejas favorito. Ordenaba su plato favorito, linguini con salsa de almejas blancas y, por supuesto, sangría con mucha fruta. También le daríamos algo de dinero para ir al casino en una fecha posterior y pasar unas horas divirtiéndose. Mi hermana Virginia siempre le daba a mamá su crema de noche favorita (mamá no se la compraba porque era demasiado cara); era nuestro regalo favorito para mamá en cualquier ocasión.
Me pregunto qué habría hecho este año para el Día de la Madre si mamá todavía estuviera aquí. Debido a la crisis de COVID-19, los restaurantes están cerrados y el casino local se ha convertido en espacio hospitalario.
Creo que me reservaría un pedido para llevar de una parrillada (otra de las favoritas de mamá). Tal vez pediría un ramo comestible de frutas cubiertas de chocolate y compraría una buena sangría para nuestra comida, o mejor aún, prepararía la sangría . Creo que a ella también le hubiera gustado una pequeña bolsa de regalo llena de boletos de lotería para raspar. Y por supuesto, ¡siempre está la crema de noche!
Cuando pienso en ello, los regalos de mamá eran bastante sostenibles. Comimos en un restaurante local y compramos el vino, los boletos de lotería y la crema facial localmente. Incluso el casino estaba en nuestro distrito de Queens.
Lo mejor de todo es que mamá saboreó y disfrutó todos sus regalos y no desperdició nada. Creo que esa es la clave para disfrutar el Día de la Madre: ¡Adaptar los regalos y las experiencias a los gustos de mamá para que no se desperdicie nada y disfrute el día!