Descubre el encanto y la tradición del Gabinete chino de la abuela en Momento Maven

Al mirar fotografías antiguas del apartamento de la abuela en Brooklyn, me llamaron especialmente la atención las tomas de adultos con bebés en el regazo sentados frente al gabinete de porcelana de la abuela. Aunque el gabinete de porcelana no fue el tema de las fotos, me trajo recuerdos maravillosos.

A la abuela le encantaban los artículos bonitos de porcelana y porcelana. Tenía figuritas delicadas, saleros y pimenteros novedosos, globos de nieve de recuerdo de los viajes de sus hijos y “buena porcelana china”. Expuso los artículos con cuidado en el gabinete de porcelana en tapetes de algodón que ella misma tejió. Los tapetes no solo eran bonitos, sino que también ayudaron a proteger la madera del gabinete de rayones. La abuela Jennie cuidaba muy bien sus cosas.

De hecho, uno de mis mejores recuerdos de mi abuela es cuando limpiaba los artículos en su armario de porcelana. Quitaba todo, incluidos los tapetes, y luego lavaba la porcelana y los recuerdos en agua jabonosa en su gran lavabo doble.

Mientras lavaba cada prenda, me contaba su historia. Mi historia favorita era la de sus “placas de cine”. Hace muchos años, un teatro local ofrecía platos de recuerdo a los cinéfilos. La abuela pagó 25 centavos para ver una película y también recibió una pieza de porcelana para llevar a casa. ¡Fue al cine y se llevó a casa toda una vajilla de aquellos días! Hermosos artículos y hermosos recuerdos.

Hoy en día, no mucha gente tiene un gabinete de porcelana grande y elegante para almacenar o exhibir su colección de porcelana. Muchos de nosotros solo tenemos un juego de vajilla y no vemos la necesidad de un segundo juego de porcelana formal. Otros pueden tener colecciones de porcelana que se han transmitido en la familia, pero que rara vez usan.

Creo que no necesitamos guardar cosas para las que no tenemos uso; podemos pasárselos a quienes puedan usarlos donándolos o vendiéndolos en tiendas de segunda mano . Pero una colección de artículos preciados, si está bien cuidada y bellamente exhibida, puede ser una adición gozosa a nuestras vidas.