Al crecer, la Pascua siempre fue una de mis vacaciones favoritas. Había esa mezcla embriagadora de los primeros indicios de la primavera, la emoción de la búsqueda de huevos y las deliciosas golosinas de chocolate . Ahora que soy madre, me encanta ver a mi propia hija disfrutar la Pascua tanto como yo, incluso después de haberle dado un giro ecológico a la forma en que solíamos hacer las cosas.
Siga leyendo para descubrir cómo tener una increíble celebración de Pascua ecológica haciendo algunos cambios simples que ayudarán al medio ambiente y a su billetera.
1. En lugar de huevos de plástico, pruebe con huevos reales
Esos huevos de plástico son económicos, coloridos y muy emocionantes de ver asomándose desde la hierba durante una búsqueda de huevos de Pascua. Sin embargo, hay desventajas significativas. Estos divertidos huevitos están hechos de plástico, por lo general se rompen o se deshacen al poco tiempo de comprarlos y, por lo general, no se pueden reciclar. En lugar de gastar dinero en plástico comprado en la tienda, ¿por qué no buscar huevos de verdad , teñidos o pintados a mano?
A los niños les encantará poder crear sus propios huevos de Pascua coloridos, ¡y hay algunos tutoriales increíbles en línea que detallan cómo hacer colorante para huevos no tóxico con remolacha, cúrcuma, repollo y más!
2. En lugar de chocolate barato, elija hecho localmente
En nuestra cultura de consumo, nunca es un mal momento para mostrar a los niños lo que significa valorar la calidad por encima de la cantidad. En lugar de comprar puñados de huevos de chocolate baratos o conejitos de chocolate gigantes producidos en masa, busque un pequeño chocolatero en un mercado de agricultores o en una tienda de comestibles local y elija un chocolate realmente bueno en su lugar .
Puede parecer contradictorio, pero hacer esto no hace que los niños se sientan privados: los alienta a valorar las vacaciones, en lugar de los regalos o las golosinas que las acompañan. (¡Y oye, lidiar con un subidón de azúcar más pequeño tampoco es algo malo!)
3. En lugar de cestas desechables, intente hacer una que dure
No es de extrañar que esas canastas de Pascua económicas sean tan populares: cuestan solo unos pocos dólares cada una, son brillantes, coloridas y están adornadas con diseños adorables. Pero, al igual que los huevos de plástico, estas lindas canastas no están diseñadas para durar.
¡Los costos financieros y ambientales de comprar una canasta nueva cada año y tirarla cuando se rompe o cuando termina la Pascua (incluso si son solo unos pocos dólares) realmente suman! En su lugar, invierta en una canasta bien hecha (¡o incluso mejor, de segunda mano!) que pueda decorarse y usarse en los años venideros.
No tiene que ser nada elegante (no se necesitan los esfuerzos de Martha Stewart aquí); de hecho, es mejor si deja que los niños tomen el control de su propia creación . Revisar sus canastas brillantes año tras año ayudará a cambiar el significado de la festividad de un aplastar y agarrar desechable a una tradición atesorada.
4. En lugar de pasto plástico, llene las canastas con otro material
Una vez que ha creado una canasta que durará, ¿con qué la llena? Ese césped de plástico reluciente es clásico, pero termina en la basura cuando termina la Pascua. ¡Elegir algo más sostenible puede verse igual de bien sin la huella de desperdicio! (Tampoco hay posibilidad de encontrar pequeños hilos de plástico pegados a absolutamente todo durante las próximas tres semanas. Solo digo).
Puedes reemplazar la hierba con varias cosas diferentes; ¡Se creativo! Algunas ideas para empezar: papel de una trituradora de papel casera, una hermosa bufanda o un trozo de tela, o incluso una cinta de rafia natural se vería increíble. Solo asegúrese de elegir algo que pueda reciclarse, o mejor aún, reutilizarse, después de que termine la emoción.
A muchas personas les preocupa que reverdecer una festividad como esta le quitará toda alegría a la ocasión y sus hijos crecerán con el recuerdo de celebraciones adustas, minimalistas o incoloras, pero como alguien que ha estado haciendo este tipo de cosas durante años, puedo te prometo que será cualquier cosa menos eso. A sus hijos les encanta la caza más que los dulces y la unión más que las cosas.
Esa es quizás la lección más importante de estos intercambios: es totalmente posible tener en cuenta cuánto (y qué) consumimos y, al mismo tiempo, crear una celebración de Pascua alegre, divertida, memorable y emocionante. (Perdón por el juego de palabras con los huevos; ¡tenía que hacerlo!) ¡Feliz Pascua!